“El software como servicio (SaaS) es un modelo de distribución de software de aplicación donde un productor desarrolla, ejecuta (directamente o a través de servicios de terceros) y gestiona una aplicación web que se ofrece a sus clientes a través de Internet.”
– "Software como servicio". Wikipedia. Consultado el 21 de noviembre de 2019.

El software como servicio (SaaS) es un modelo de distribución de software en el que un proveedor externo aloja aplicaciones y las pone a disposición de los clientes a través de Internet. SaaS es una de las tres categorías principales de computación en la nube, junto con la infraestructura como servicio (IaaS) y la plataforma como servicio (PaaS).

El código fuente de la aplicación es el mismo para todos los clientes y cuando se implementan nuevas características o funcionalidades, se implementan para todos los clientes. Las organizaciones pueden integrar aplicaciones SaaS con otro software mediante interfaces de programación de aplicaciones (API). Por ejemplo, una empresa puede escribir sus propias herramientas de software y utilizar las API del proveedor de SaaS para integrar esas herramientas con la oferta de SaaS.

Ventajas

SaaS elimina la necesidad de que las organizaciones instalen y ejecuten aplicaciones en sus propios ordenadores o en sus propios centros de datos. Esto elimina los gastos de adquisición, aprovisionamiento y mantenimiento de hardware, así como de licencias, instalación y soporte de software. Otros beneficios del modelo SaaS incluyen:

Pagos flexibles: en lugar de comprar software para instalar o hardware adicional para respaldarlo, los clientes se suscriben a una oferta SaaS. Generalmente, pagan por este servicio mensualmente mediante un modelo de pago por uso. La transición de los costos a un gasto operativo recurrente permite a muchas empresas realizar una elaboración de presupuestos mejor y más predecible. Los usuarios también pueden cancelar las ofertas de SaaS en cualquier momento para detener esos costos recurrentes.

Uso escalable: los servicios en la nube como SaaS ofrecen una alta escalabilidad vertical, lo que brinda a los clientes la opción de acceder a más o menos servicios o funciones bajo demanda.

Actualizaciones automáticas: en lugar de comprar software nuevo, los clientes pueden confiar en un proveedor de SaaS para realizar actualizaciones y administrar parches automáticamente. Esto reduce aún más la carga sobre el personal de TI interno.

Accesibilidad y persistencia: dado que las aplicaciones SaaS se entregan a través de Internet, los usuarios pueden acceder a ellas desde cualquier dispositivo y ubicación con acceso a Internet.

Desventajas

Pero SaaS también plantea algunas desventajas potenciales. Las empresas deben confiar en proveedores externos para proporcionar el software, mantenerlo en funcionamiento, realizar un seguimiento e informar la facturación precisa y facilitar un entorno seguro para los datos de la empresa. Los proveedores que experimentan interrupciones en el servicio, imponen cambios no deseados en las ofertas de servicios, experimentan una violación de seguridad o cualquier otro problema pueden tener un efecto profundo en la capacidad de los clientes para utilizar esas ofertas de SaaS. Como resultado, los usuarios deben comprender el acuerdo de nivel de servicio de su proveedor de SaaS y asegurarse de que se cumpla.

Configuración y Personalización

Las aplicaciones SaaS también admiten lo que tradicionalmente se conoce como configuración de aplicaciones. En otras palabras, al igual que el software empresarial tradicional, un solo cliente puede alterar el conjunto de opciones de configuración (también conocidos como parámetros) que afectan su funcionalidad y apariencia. Cada cliente puede tener sus propios ajustes (o: valores de parámetros) para las opciones de configuración. La aplicación se puede personalizar en la medida para la que fue diseñada en función de un conjunto de opciones de configuración predefinidas.

Entrega de funciones acelerada

Las aplicaciones SaaS suelen actualizarse con más frecuencia que el software tradicional, en muchos casos semanal o mensualmente. Esto es posible gracias a varios factores:

La aplicación está alojada de forma centralizada, por lo que la actualización la decide y ejecuta el proveedor, no los clientes.

La aplicación solo tiene una configuración única, lo que agiliza las pruebas de desarrollo.

El proveedor de la aplicación no tiene que gastar recursos actualizando y manteniendo versiones retroactivas del software, porque solo hay una única versión.

El proveedor de la aplicación tiene acceso a todos los datos del cliente, lo que acelera el diseño y las pruebas de regresión.

El proveedor de la solución tiene acceso al comportamiento del usuario dentro de la aplicación (normalmente a través de análisis web), lo que facilita la identificación de áreas que merecen mejorar.

Protocolos de integración abiertos

Debido a que las aplicaciones SaaS no pueden acceder a los sistemas internos de una empresa (bases de datos o servicios internos), ofrecen predominantemente protocolos de integración[25] e interfaces de programación de aplicaciones (API) que operan en una red de área amplia. Normalmente, se trata de protocolos basados en HTTP, REST y SOAP.